Pobres de mis viejos escritos, han visto poco la luz. Ahí disculpen la inexperiencia poética y también la ingenuidad, propia de la edad (creo).
El mundo cálido de lo inmerso en la fantasía,
atrae irremediablemente a las almas que en la búsqueda de lo mágico
encuentran lo real.
Acuden a lo ilógico las manos de un poeta que experimentando el deseo
capturan la esencia del amor.
Encuentros irremediables a búsquedas sin remedio.
Instintos fugaces a instantes eternos.
-2004-
. . .
La búsqueda del alma engrandece la mente y los sentidos de su inagotable explorador.
La luz del interior posee clarividencia de todo aquello que estando ante nuestros ojos, es oscurecido por la ignorancia y la soberbia.
Aquel que logra cubrirse con su propio manto de interior, sacude los fantasmas de lo absurdo
y enaltece el éter que reclama la belleza de un mundo compartido por hombres, ángeles y duendes.
-5 de enero de 2003-
. . .
Y mientras él sonríe yo me ahogo,
y me elevo.
Y desciendo, y grito y muero.
Y a contraluz me miro...
tan dentro de mí,
tan hecho yo que muero.
Y vivo en él y muero en él,
mientras me estruja y me deshace,
y a contraluz me hace.
-2006-
martes, 19 de febrero de 2013
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