lunes, 9 de agosto de 2010

Para sus 57

No deja de sorprenderme todas las cosas a las que los padres se enfrentan por sus hijos, grandes o pequeñas y aunque muchas veces ellos no lo sepan y nosotros menos, tenemos la fortuna de que algunas se queden en nuestra vida por un largo tiempo. Yo tengo una historia cuya imagen, en mi opinión, habla por sí sola:

Hasta antes de la preparatoria, cursé mis estudios en escuelas públicas, lo que siempre me ha hecho muy feliz pero poco bilingüe. Cuando me convertí en estudiante del sistema privado, la mayoría de mis compañeros tenían un nivel de inglés más alto que el mío. Para acabar pronto, yo no sabía más que las palabras y frases básicas, cada una regada por su lado y sin la capacidad de formar una conversación decente. Por alguna extraña razón el examen de diagnóstico me colocó en el nivel dos del idioma, pero a veces las tareas de mi clase sobrepasaban mi conocimiento y era frustrante.

Una ocasión tuve que leer un libro corto y simple que para mí era una odisea. Me dirigí entonces hacia la única persona que yo sabía que entendía inglés y que estaba dispuesta a ayudarme minuciosamente: mi papá.

La verdad (hasta ahora que veo hacia atrás me doy cuenta) es que, aunque claramente él sabía más inglés que yo, su conocimiento al respecto tampoco era mucho mayor al mío en aquél entonces y sí menor al que tengo ahora (que tampoco es la gran cosa). A pesar de esto recuerdo que tomó un diccionario inglés-español y se sentó a mi lado hasta que entrada la noche terminamos de descifrar el contenido de la historia. Muchas palabras él no las sabía, yo no sabía la mayoría. Duramos horas desmenuzando un libro que hoy podría leer en una, pero terminamos.

Seguido en mis días recuerdo esta historia y se me hace un nudo en la garganta. Me siento orgullosa y feliz de tener los padres que tengo; de que con todas las herramientas que han tenido a su alcance y a veces también las que no, siempre han estado ahí, sentados a mi lado con un diccionario que nos ayuda juntos a descifrar mi vida.

Muchas gracias por todo tu amor papá, eres parte esencial de mi crecimiento como profesionista y como ser humano. Feliz cumpleaños.